jueves, 28 de mayo de 2009
Las vicisitudes de la vida y sus irónicas verdades virtuosas.

Basta  con leer la segunda estrofa de cada canción mencionada en vida, porque ciertamente, es extraño pero la primera, no es más que eso; la segunda se canta con más sensibilidad. Si el primer verso introduce las intenciones, el segundo narra la historia.

Las letras y las rimas que producen ¡ah q divina miel! escucharlas con los ojos.

2 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Ahora mismo estoy oyendo a Enrique Bunbury y me gusta eso que dice:

...no soy mala yerba,
solo yerba en mal lugar...

a mi las canciones desde su primera estrofa me atrapan...

la MaLquEridA dijo...

ya pásale por la casa,
ándale,no te hagas...