Las vicisitudes de la vida y sus irónicas verdades virtuosas.
Basta con leer la segunda estrofa de cada canción mencionada en vida, porque ciertamente, es extraño pero la primera, no es más que eso; la segunda se canta con más sensibilidad. Si el primer verso introduce las intenciones, el segundo narra la historia.
Las letras y las rimas que producen ¡ah q divina miel! escucharlas con los ojos.
2 comentarios:
Ahora mismo estoy oyendo a Enrique Bunbury y me gusta eso que dice:
...no soy mala yerba,
solo yerba en mal lugar...
a mi las canciones desde su primera estrofa me atrapan...
ya pásale por la casa,
ándale,no te hagas...
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