lunes, 2 de febrero de 2009
Era dorada con negro, marca BMX, tan rápida como el rayo, frenos de pedal que sabiendo dominarlos lograban hacerte el mejor del universo.
En esa carrera, intrépida y veloz, no reparé que tenía ciertos obstáculos que no rondaba regularmente.

Ni esa cadena y su burla lograron que ni todo el brazo raspado y parte de la pierna, fueran motivo para dehar tan provechosa carrera. Y cómo sería posible si no había mejor situación que estar empapado de la brisa en la cara, tener esa "libertad" de dirección, tanto poder en llos brazos y pirenas, estar en los primeros lugares del ranking UNIVERSAL de la dicha.

Pero a todo le llega su tiempo y fue el mismo tiempo quien tuvo que llegar a darle fina tal pureza.

Hoy con coche, me doy cuenta que no es que extrañe tanto a mi bici... extraño más a mi infancia e inocencia.

3 comentarios:

Marilú Repudio dijo...

pero si las bmx se guardan en el closet!

Tumeromole dijo...

Las BMX son armas letales, mortales en las manos de un conductor equivocado.

Hubieran estado chidas las carreritas.

Saludos.

la MaLquEridA dijo...

Yo tuve una,y me di unos santos mandarriazos,que todavía tengo las cicatrices.

fíjate

fíjate

fíjate