Te dedicaste a tejer, a veces cansada y a veces con ganas.
Te ví y ahora te recuerdo tan así, tan mágica, tan hermosa.
¡Qué capricho el mio! y tú que lo cumpliste.
También por eso te amo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuando "El Anónimo" pierde el control y viene a tocar el claxon.
0 comentarios:
Publicar un comentario